miércoles, 6 de agosto de 2008

Billy Elliot, el niño que quería bailar


Qué se quiten Fred Astaire, Isadora Duncan y Nacho Duato porque la historia del baile se va a escribir con mi nombre!!! El otro día paseaba con Mar después de cenar, con un heladito, en una calurosa pero nublada noche londinense. Yo no sé si fue el calor o que me poseyó la musa Terpsícore pero en plena calle me puse a bailar. Algunos ya conocen mis especiales, y únicas, habilidades para el baile que me hacen ser un pequeño foco de atención desde las últimas nocheviejas donde “se espera” que ejecute unos pasitos. Lástima que la última vez no pudiera deleitar al respetable con la variación que me había preparado y que en uno de los ensayos (espontáneos en el saloncito de casa) me supuso un pequeño tirón en algún músculo perdido de la pierna.
Pues eso, que estaba paseando con Mar y me puse a dar unos pasitos de baile que le dan mucha rabia. No sabría definirlos, pero si digo que es un baile de verbena de los años 50 puede que me acerque bastante a la realidad. La pose es fundamental, con la cara ligeramente torneada hacia un lado y sonrisa complaciente. Un brazo se mueve para adelante y el otro hacia atrás, mientras las piernas dan pequeños pasitos para adelante y para atrás. Sencillo pero resultón. Y ahí que me puse a hacerlo en plena calle. Mar se puso nerviosa y me chilló que nos iban a ver. Mentira pensé yo, que la calle está vacía. Seguimos con nuestro paseo y me apeteció volver a bailar, No sé, me sentí gañán y el cuerpo se empezó a mover solo... pero con gracia y salero. Mar me volvió a chillar mientras se medio escondía en la sombra para que los posibles viandantes no le vieran. Ya había dejado de bailar y seguíamos caminando hacia la residencia cuando nos paramos en un semáforo. Estábamos esperando para cruzar y un chico se paró a nuestro lado. Nos miró, sonrió y nos preguntó de donde éramos. Mientras se lo decíamos se sacó de la mochila un folleto, me lo dio y se marchó. El folleto era de una especie de discoteca para bailar música africana, moderna y sensual. Debió verme y pensó que era un diamante por pulir.

1 comentario:

Rafa dijo...

ya no sé si llamarte Lucchino Visconti o Lucciano Elliotti. Resultón!! jejeje