En cierto modo me fascina el concepto de espacio que se "vive" en Londres. Ya he dicho en más de una ocasión que la ciudad es muy grande, inmensa. Pero esa amplitud geográfica no se traduce en una amplitud de espacio propio, es decir, que la gente vive "muy junta" a pesar de que en teoría hay espacio de sobra para todos. Los lugares públicos, como bien indica su nombre, son públicos, y la gente aprovecha hasta el último espacio que queda para poder estar en ellos. Un jardín pequeño en un día de sol puede estar abarrotado, con gente que ocupa todo el espacio posible para tumbarse, ya sea para descansar un rato, para leer, escuchar música o tomarse un café. Lo mismo pasa con los bancos. Es muy frecuente ver a gente que no se conoce de nada, comiendo juntos en un banco, quizás tres personas a la vez, sin hablarse, cada uno a la suya. Pero como el banco es de todos... todos lo pueden utilizar. A veces me ha pasado que estoy sentado en un banco y que se sienta alguien a mi lado. Es una sensación muy rara, porque creo que en Valencia es poco habitual que eso pase. Tu banco es tuyo y si otro quiere sentarse que se busque la vida, ¿no? Pero aquí no. Y lo que me llama la atención es que toda esa gente que físicamente comparte un mismo espacio y está muy cerca de las otras personas... en realidad uno no existe para el otro: están muy lejos en lo afectivo. Hay una imagen que se me ha quedado grabada en las cafeterías y es ver a la gente en la barra que da a la calle, apelotonados en los taburetes, con la mirada perdida hacia algún punto.
Cerca y lejos a la vez.
Si esa soledad tiene algún sentido positivo yo no acabo de verlo.
+copia.jpg)
6 comentarios:
imer comentario jjjj
Escribo para darte animos para que sigas poniendo articulos. Me gusta lo que has escrito. Es cierto que resulta paradojico que muchas veces estando junto a alguien lo sientes a años luz de ti. Lo reflejas muy bien en el articulo, y con ese peazo estilo al que ya nos tienes acostumbrados jajaja. Sigue publicando, por favor.
Abrazos fuertes.
Vicentin
(No se que pasa que no puedo poner acentos. No me lo tengais en cuenta, que os conozco, cabrones. jjj)
Hola Lui, me parece genial el blog, tu vena bohemia ha vuelto a salir..ole y ole...yo tambien pense en hacerme uno hace tiempo, pero el mio mas dirigido a dibujos y tal, pero bueno, todavía no me he hecho el animo...mas que nada porque todavia no tengo material...Sabes? tu descripción de la ciudad, mas mi recuerdo de cuando ya fui alli, me ha hecho despertar las ganas de ir para alla...mira que ya estaba yo con el gusanillo, y ahora por tu culpa....
Besitos y abrazos (todos para ti)
Llius
ops, no sabía que apareceria como llius sino que pensaba que seria leivala...algo ha fallado pero tu blog me reconoce como llius...ummm
¿No has pensado que en ese macrocosmos de ciudad de la que hablas, quizás lo que busca la gente es precisamente (aunque esté en el banco o en la cafetería)unos
momentos de soledad, de aislarse de los que le rodean, de sentir su microcosmos, en definitiva, buscar
el silencio... para sobrevivir?
En esos momentos no necesitan a nadie, se reencuentran con ellos mismos y ...sobre todo en los parques absorberán la energía de esos árboles que les permitirán seguir inmersos en el caos. Así hasta el siguiente día.
Chelo... Aunque estoy de acuerdo contigo en que a veces necesitas aislarte y escucharte a ti mismo, no creo que las personas de las que hablar Luis busquen eso. Tambien Madrid o Barcelona son grandes ciudades en las que a uno le gustaria desconectar, y la gente no se comporta igual. Por lo menos aqui si lo que quieres es estar solo, tratas de mantener una distancia fisica. No me puedo imaginar irme a un parque para estar solo y sentarme al lado de un desconocido en el mismo banco. Igual es que la gente alli esta sola y lo que busca es un poco de compañia, aunque sea anonima y silenciosa. Un silencio complice... Algo asi como "estoy solo, pero no solo soy yo el que esta solo"
Grrrr... esto sigue sin dejarme poner acentos... Lo siento.
Luis, un abrazo. Y publica mas cosas ¿vale?
Publicar un comentario